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Te contamos la diferencia entre técnico y licenciado en seguridad e higiene. El mundo de la Seguridad e Higiene en Argentina se articula en torno a diversos profesionales, cada uno con roles y responsabilidades específicas, definidos en gran medida por su formación académica y experiencia. En este contexto, la distinción entre los técnicos y los licenciados en Seguridad e Higiene se torna fundamental para comprender la dinámica y la eficacia de los servicios de prevención y cuidado en el ámbito laboral. La resolución 905 del 2015, junto con el decreto reglamentario 1,338 del 96, establece un marco normativo que no solo define estas roles, sino que también asegura la calidad y la eficacia de los servicios prestados.

Los técnicos en Seguridad e Higiene, a menudo considerados como el primer contacto en el terreno, desempeñan un papel crucial en la implementación directa de las políticas y procedimientos de seguridad. Su formación, centrada en aspectos prácticos y operativos, les capacita para asistir y colaborar con los responsables de los servicios de seguridad e higiene, realizar tareas administrativas, mantener actualizada la documentación relevante, y verificar la correcta utilización de los elementos y equipos de protección personal. Además, su rol implica una participación activa en la capacitación sobre seguridad e higiene del trabajo, asegurando que tanto el personal como la empresa comprendan y apliquen las medidas preventivas adecuadas.

Por otro lado, los licenciados e ingenieros en Seguridad e Higiene asumen la responsabilidad de liderar los servicios de prevención y cuidado. Su formación académica les provee de una comprensión profunda y detallada de los aspectos teóricos y legales del campo, lo cual les habilita para asumir roles de mayor responsabilidad. Son ellos quienes deben elaborar programas anuales de prevención de riesgos, manuales de procedimientos, y asegurarse de que la ejecución de estos programas se alinee con la normativa vigente. Además, llevan a cabo investigaciones de accidentes y crean programas de capacitación, enfocándose no solo en la implementación de medidas preventivas, sino también en la promoción y difusión de la cultura de seguridad dentro de la organización.

Esta clara división de roles y responsabilidades asegura un enfoque multidisciplinario y colaborativo hacia la seguridad e higiene en el trabajo. Sin embargo, es crucial que cada profesional, independientemente de su nivel académico, comprenda y respete los límites de su incumbencia. La sobreposición de tareas o la delegación inadecuada de responsabilidades puede conducir a confusiones y, en última instancia, a la ineficacia de los programas de seguridad e higiene implementados.

En resumen, la colaboración entre técnicos y licenciados en Seguridad e Higiene es esencial para el desarrollo e implementación exitosa de políticas y procedimientos de seguridad en el trabajo. Mientras los técnicos ofrecen un soporte práctico y son fundamentales en la aplicación diaria de las medidas de seguridad, los licenciados e ingenieros aportan su conocimiento teórico y su capacidad para gestionar, planificar y evaluar estos sistemas. Esta sinergia asegura no solo el cumplimiento de la normativa vigente, sino también la promoción de un ambiente laboral seguro y saludable.